Desde la perspectiva de género, un currículum debería promover la igualdad y la equidad y derribar prejuicios añejos, por supuesto, pero también debería buscar desarrollar al máximo las capacidades y habilidades de todas las personas en todas sus edades. Es por ello que dedicamos este Boletín Púrpura a reflexionar si cualquier currículum debe satisfacernos y si la sociedad en general está lista y dispuesta a embarcarse en cambios de fondo para transformar nuestras escuelas.

El impacto que tiene la habilidad lectora en el aprendizaje, rendimiento escolar y desarrollo psicosocial de las personas ha sido ampliamente documentado. Entre otras razones, se encuentra su relación con otras habilidades del lenguaje, como el habla y la escritura, indispensables para la comunicación.** En México, según el Módulo sobre lectura (Molec) del INEGI (2022) reportan mayor porcentaje de mujeres lectoras en casi todos los tipos de texto, pero ante la OCDE, de acuerdo con la prueba PISA ha disminuído el porcentaje de mujeres adolescentes que al terminar la secundaria adquieren las competencias lectoras para seguir aprendiendo o dicho de otro modo, aumentó el porcentaje de adolescentes mujeres con bajo desempeño en lectura.

Pobrezas hay muchas o, dicho de mejor manera, la pobreza es multidimensional. Desde hace tiempo se han ido identificando diversos indicadores que señalan su existencia en los ámbitos social, económico, cultural, de salud, entre otros. Asimismo, se han detectado las llamadas trampas o círculos de pobreza, que no son otra cosa sino circunstancias de vida en las que coexisten varios de estos indicadores y de las cuales es muy difícil salir.

Los avances en el campo de las tecnologías y la sociedad del conocimiento son más que apresurados, abrumadores. La velocidad a la que se dan los nuevos desarrollos e innovaciones difícilmente han logrado ser alcanzados por procesos de adaptación que humanamente nos llevan largos periodos, como erradicar las inequidades e injusticias sociales. En este mismo campo, prevalecen brechas de género importantes, como la salarial, de participación, de acceso a la educación y capacitación, de representación en roles de liderazgo y de acceso y uso de la propia tecnología.

Entre el piso no parejo, el piso pegajoso, las brechas salariales y los techos de cristal, nos encontramos infinidad de historias de vida, trayectorias escolares y experiencias laborales poco gratas de jóvenes y mujeres a todo nuestro rededor. Las estadísticas son odiosamente crudas, reflejan la persistencia de inequidades que mantienen a las mujeres con menor nivel de ingreso aunque tengan las mismas aptitudes y capacidades que sus pares hombres.

El cuidado del medio ambiente es una tarea colectiva y necesaria para asegurar la sostenibilidad de la vida en el planeta que debe ser abordada desde una perspectiva inclusiva y desde la pedagogía del cuidado, en la que se tomen en cuenta las necesidades de todas las personas y se reconozca la interconexión entre las diferentes formas de opresión y explotación.

¿Qué significa pensar la educación desde una visión de futuro?

Este número invita a construir de manera colectiva una visión de hacia dónde queremos llevar la educación en México y en el mundo y cómo llevarla hacia allá.

Una gestión de riesgos eficiente es esencial e incluso vital en las distintas etapas y fases de la vida. Sin embargo, requiere de cierta madurez tanto en lo psicológico como en lo neurológico para lo cual es indispensable que sea modelada y entrenada por figuras adultas que ya cuenten con esas habilidades y capacidades desarrolladas. En el ámbito escolar, son cada vez más frecuentes las capacitaciones de protección civil para cuerpos docentes, administrativos y de servicios, así como simulacros ante eventos naturales, accidentes o actos de violencia. Sin embargo, dichas capacitaciones y entrenamientos suelen enfocarse en el momento que desencadena la crisis, no en la identificación de riesgos con fines preventivos y, mucho menos, en los riesgos subsecuentes a la misma.

¿Por qué luchamos las mujeres? ¿Para qué nos manifestamos? ¿De qué o quiénes nos defendemos? Las respuestas están en nuestros corazones y nos llenan de tristeza. Miramos a nuestras generaciones de descendientes y esperamos estar haciéndolas suficientemente humanas para vivir en respeto, armonía y empatía, pero lo bastante fuertes para enfrentarse a quienes no lo son.

Vivir con una discapacidad hace que las barreras existentes para poblaciones en situación de vulnerabilidad se multipliquen. Si bien en ningún momento se cuestiona que las personas con discapacidad sean sujetos de derechos, la garantía a los mismos es incierta e, incluso en ocasiones, se da una clara postura política y presupuestaria que la impide.

Se sabe que los primeros años de vida tienen una gran importancia en el desarrollo de la persona y condicionan sus posibilidades para alcanzar su mayor potencial; se reconoce también que existe un menor costo en la inversión en la primera infancia en comparación con los recursos requeridos para la atención posterior del rezago educativo y reinserción en la educación formal de aquellos que no tuvieron cuidados y estímulos adecuados en sus primeros años de vida; además contamos ya con un marco jurídico que reconoce a los niños y niñas como sujetos de derecho, incluso desde antes de nacer. Sin embargo, solucionar esas necesidades de atención a la primera infancia pasa por cuestionarse en quién debe recaer la responsabilidad de brindar el cuidado de bebés, infantes, niñas y niños pequeños.

La lectura, en especial de literatura, abre las puertas a infinidad de mundos y posibilidades. Sin embargo, a lo largo de los siglos, este campo no ha estado exento de sesgos y prejuicios de género y ha sido incluso responsable de perpetuarlos. Curiosamente, la literatura infantil, que además se reproduce en diversos otros formatos, es la que más adoleció de ello.

Dedicamos nuestro primer número del año a la educación comunitaria, a la labor que desempeñan las mujeres en este ámbito y cómo su participación en esa tarea abona a la deconstrucción de los estereotipos de género y les trae oportunidades de desarrollo profesional, personal y educativo en las comunidades más pobres de Oaxaca.

Con este número del #BoletínPúrpura queremos cerrar el año 2022 reconociendo el trabajo y el acompañamiento de quienes lo hacen posible, pero también de quienes nos leen y comparten nuestros contenidos y por eso le hemos llamado “Nuestras tendencias 2022”.

En este número de nuestro #BoletínPúrpura reconocemos la importancia que tiene involucrar a las jóvenes y los jóvenes para actuar a favor del desarrollo sostenible para el planeta, que como refiere la maestra Marta Martín en el #BlogPlumaPúrpura de esta semana significa satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Y al mismo tiempo garantizar un equilibrio entre el crecimiento de la economía, el respeto al medioambiente y el bienestar social.

Identificar, entender y dar su dimensión justa a la multiplicidad de daños colaterales que dejó la pandemia por Covid-19 nos va a llevar un tiempo. En el ámbito educativo, los más obvios se dejaron notar desde muy al principio: la desvinculación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes con la escuela, la pérdida de aprendizajes, la falta de espacios que representaran un soporte socioemocional en medio de la crisis, por mencionar algunos.

Desde la Red MUxED, dedicamos este #Boletín Púrpura al activismo contra la violencia, señalándola por su nombre, visibilizando tanto lo que intencionalmente ha sido socavado, como las distintas formas con las que vive entre nosotras, con nosotros y a través nuestro.

Desde la Red MUxED, con motivo del centenario de la creación de la Secretaría de Educación Pública, quisimos recuperar las vidas y obras de las mujeres que en este transcurso han sido esenciales para configurar el Sistema Educativo Nacional como lo conocemos ahora. Así surgió la idea de #LaCentena, que mediante un grupo de trabajo ha visibilizado en episodios, peticiones, blogs, infografías, apuntes y este mismo boletín, los resultados del esfuerzo de las Precursoras, Pioneras y Forjadoras de la Educación en México.

Este #BoletínPúrpura lo dedicamos a los Recursos educativos en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), en su cruce con la perspectiva de género. Si bien existe un apartado transversal en el mismo dedicado a disminuir las brechas sociales entre hombres y mujeres, destaca el hecho claro de que el estar etiquetados como tales, no los convierte en verdaderas estrategias promotoras de igualdad.

Desde la Red de Mujeres Unidas por la Educación, hacemos un llamado a incluir a la Educación para la Paz con perspectiva de género y, además, recuperar las voces de los más jóvenes, para construir un mejor futuro para todas y todos desde las pedagogías del cuidado y del reconocimiento.