STEAMificando la práctica educativa: Una mirada crítica desde la formación docente

Rita del Carmen Sánchez González*

 

“STEAMificando la práctica” explora cuatro desafíos clave en la formación docente STEAM y propone estrategias para transformar creencias, conectar con la vida real y diseñar experiencias auténticas. Apostar por la formación docente en STEAM es, en esencia, apostar por una educación más humana, relevante y capaz de imaginar futuros distintos.


En un mundo marcado por la necesidad de transformar nuestras comunidades, la educación está en constante evolución hacia enfoques más pertinentes e innovadores. Uno de estos enfoques es la educación STEAM, acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas. STEAM no es solo una metodología de aprendizaje es una mentalidad viva, una filosofía que nos invita a mirar el mundo con ojos curiosos, creativos y conectados, a través de lentes transdisciplinarios[1] que nos permiten imaginar, cuestionar y transformar nuestra realidad.

Sin embargo, para que esta visión cobre vida, es indispensable fortalecer el aprendizaje profesional docente a través de procesos que reconozcan sus saberes, potencien su creatividad pedagógica y les brinden herramientas para diseñar experiencias de aprendizaje auténticas y significativas.

Desde 2008, he tenido la oportunidad de colaborar con diversos contextos educativos, tanto en México como a nivel internacional, impulsando la implementación de una cultura STEAM en las comunidades escolares. Mi colaboración más reciente es con Papalote Museo del Niño Monterrey, a través del programa “STEAMificando nuestro entorno”, una iniciativa que busca acercar este enfoque a contextos diversos de forma crítica, participativa y contextualizada.

Con los años, he identificado múltiples barreras que dificultan su adopción efectiva, desde creencias limitantes sobre quién puede participar, hasta la falta de retos auténticos o de una visión clara y contextual sobre cómo integrar STEAM en cada comunidad.

Este artículo propone una reflexión sobre los principales desafíos en la formación docente para una educación STEAM transformadora. A partir de hallazgos teóricos y experiencias de campo, se plantean estrategias concretas para reimaginar la práctica docente como un proceso creativo, colaborativo y profundamente conectado con la vida y el entorno.

Desafío #1: Creencias limitantes y mitos sobre quién puede participar en STEAM

Muchas niñas, niños y adolescentes enfrentan ideas preconcebidas que limitan su participación en experiencias STEAM. Mitos como “STEAM es solo para personas expertas”, “las niñas no son buenas en ciencia” o “el arte no tiene lugar en STEM” refuerzan estereotipos que afectan su motivación, confianza y sentido de pertenencia. Estas creencias también están presentes en el profesorado, que al haber sido formado en modelos tradicionales, puede reproducir esquemas que restringen la inclusión y la creatividad. Esto plantea un desafío central en la formación docente: revisar sus propias creencias, reconocer sesgos heredados y construir una mirada más equitativa, abierta y transformadora.

Mi propuesta de solución: preparar el terreno para que florezca el potencial STEAM

Antes de diseñar experiencias STEAM transformadoras, es necesario preparar el terreno desde la formación docente. Esto implica reconocer y desmantelar creencias limitantes que muchas veces han sido heredadas o reproducidas dentro de las comunidades educativas. Identificar estos mitos es el primer paso para abrir espacios más inclusivos, diversos y enriquecedores. Al transformar sus propias creencias sobre quién puede aprender, enseñar y destacar en STEAM, estarán mejor preparados para liberar el potencial de todas y todos sus estudiantes, y para generar entornos de aprendizaje más humanos, creativos y conectados con la vida real.

Desafío #2: Poca conexión entre el aprendizaje y la vida real

La educación STEAM no puede aplicarse bajo un enfoque de “una sola talla para todos”. Para que sea significativa, debe estar estrechamente vinculada con los desafíos reales que enfrentan las comunidades, conectando el contenido escolar con su entorno y realidad cotidiana.

Mi propuesta de solución: construir una visión STEAM propia en cada comunidad educativa

La formación docente en STEAM debe partir de las realidades territoriales. Para que este enfoque sea significativo, es fundamental que cada comunidad defina qué entiende por STEAM, por qué es relevante en su contexto y cómo se alinea con las metas formativas de sus estudiantes. Establecer una visión compartida permite dejar de ver a STEAM como una moda o un contenido aislado, y empezar a reconocerlo como una herramienta poderosa para fortalecer la identidad, la creatividad y la participación activa de niñas, niños y adolescentes en la transformación de su entorno. Cuando una comunidad educativa construye su propia definición de STEAM, también está creando las condiciones para que todos sus miembros se reconozcan como parte del cambio que desean generar.

Desafío #3: Diseño de experiencias STEAM poco articuladas

Uno de los principales desafíos en la implementación del enfoque STEAM es la falta de herramientas claras para diseñar experiencias significativas. Persisten dudas en torno a cómo integrar de manera auténtica las disciplinas y cómo evaluar aprendizajes profundos que respondan a contextos reales.

Mi propuesta de solución: reconocer la integración progresiva del enfoque STEAM

Una de las mayores fortalezas del enfoque STEAM es su capacidad de evolucionar desde formas básicas de enseñanza disciplinaria hasta modelos de integración profunda y contextualizada. Como plantea Jo Anne Vasquez [1], podemos imaginar esta integración como un plano inclinado que va escalando en complejidad y riqueza.

 
 

En la base se encuentran las experiencias disciplinarias, donde cada asignatura se enseña por separado y sin conexión explícita. Luego, en el nivel multidisciplinario, las materias se abordan de forma independiente, pero bajo un tema común. El enfoque interdisciplinario implica una mayor articulación entre saberes, conectando disciplinas para resolver problemas o crear productos en conjunto. En la cima está el nivel transdisciplinario, donde se disuelven las fronteras entre áreas del conocimiento para enfrentar desafíos reales mediante procesos integrados, colaborativos y orientados a la acción.

Reconocer esta progresión permite diseñar experiencias más auténticas y acompañar a las y los docentes en una integración gradual, fortaleciendo sus capacidades desde su punto de partida.

Desafío #4: Ausencia de desafíos auténticos que conecten con la vida

Muchas experiencias de aprendizaje siguen centradas en tareas abstractas, descontextualizadas o meramente teóricas, lo que dificulta que niñas, niños y adolescentes encuentren sentido en lo que aprenden. Esta desconexión limita su motivación, participación y desarrollo de habilidades para la vida, pues no enfrentan retos auténticos que despierten su curiosidad ni oportunidades para aplicar el conocimiento en contextos reales.

Mi propuesta de solución: diseñar de experiencias de aprendizaje basadas en el Proceso de Diseño de Ingeniería

Diseñar experiencias de aprendizaje basadas en el Proceso de Diseño de Ingeniería[2] permite que niñas, niños y adolescentes enfrenten retos auténticos: problemas reales que les importan y que los invitan a imaginar, construir y mejorar soluciones. Este enfoque iterativo —no lineal— activa la curiosidad, el pensamiento crítico y la resiliencia, al fomentar el aprendizaje a partir del error y el trabajo colaborativo. Al enfrentarse a estos desafíos, el estudiantado fortalece su autoconocimiento, al descubrir lo que le interesa y motiva; desarrolla una mentalidad de crecimiento, al probar, equivocarse y volver a intentarlo; y refuerza su autoeficacia, al comprobar que sus ideas pueden convertirse en soluciones reales. De este modo, el aprendizaje adquiere sentido y se enlaza de forma auténtica con la vida.

 
 

Transformar la educación desde un enfoque STEAM no se trata sólo de incorporar nuevas metodologías, sino de repensar profundamente el papel docente, las creencias que guían la enseñanza y la forma en que conectamos el aprendizaje con la vida. A través de una formación situada, reflexiva y progresiva, es posible liberar el potencial creativo y transformador de cada comunidad educativa. Apostar por la formación docente en STEAM es, en esencia, apostar por una educación más humana, relevante y capaz de imaginar futuros distintos. 

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[1] Vasquez, J. A. (2015). STEM--Beyond the Acronym. Educational leadership, 72(4), 10-15.

[2] Museum of Science Boston: Engineering is Elementary (EiE) https://www.eie.org/why-eie


*Rita del Carmen Sánchez González

Integrante de MUxED y experta en innovación educativa con más de 25 años de experiencia en docencia, dirección académica, investigación y consultoría. Ha liderado programas educativos nacionales e internacionales, colaborando con Fundación Lego, UNICEF México, y la Secretaría de Educación de Nuevo León. Es doctora en Educación Matemática, Columbia University, y tiene certificaciones CONOCER. Actualmente dirige el Desarrollo Educativo en DEMM Consultores.




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