STEM: un viaje al Espacio para todas y todos

Marlene Gras y Marcia Larios*

 

La educación no formal, es una aliada esencial del aprendizaje  y de la educación STEM de calidad para todas y todos, proporcionando espacios lúdicos y vivenciales. En esta ocasión te contamos cómo en un museo puede despertarse la curiosidad, ejercitarse la colaboración y abrirse las puertas hacia carreras STEM.


El espacio exterior, ese lugar increíblemente amplio, misterioso y lleno de posibilidades, desde el que podemos contemplar nuestro Planeta Hogar como una pequeña esfera azul que alberga vida, ha despertado millones de sueños y esperanzas. Hoy encontramos en el espacio oportunidades de aprendizaje y carrera, y de posibles innovaciones que podrían impulsar una mejor vida en la Tierra para todos quienes la habitamos. Pero para que el sentido de adentrarse en el estudio y exploración espacial sea bueno para todas y todos, y no se convierta en un campo de negocio o de “conquista” sin más, es necesaria una educación STEM de calidad, que involucre por supuesto la innovación, pero de la mano del pensamiento ético y crítico.

Promover la educación STEM desde la infancia es esencial porque permite que, por un lado, niñas y niños se involucren desde su curiosidad innata con los fenómenos naturales. Además permite contar con oportunidades de aprendizaje extendido o no formal, como el aprendizaje a cielo abierto y experiencias en los museos, que además de incrementar el interés STEM, desarrollan habilidades fundamentales como el pensamiento crítico, la observación y el deseo de experimentar[1].

Se estima que para 2030, más del 80% de los empleos emergentes requerirán algún tipo de formación en STEM[2] y, en los próximos 10 años, harán falta más de 40 millones de personas calificadas en ciencia y tecnología, cifra que podría duplicarse en otros 10 años[3]. De ahí que una educación STEM de calidad sea necesaria para poder participar de una ciudadanía responsable y fructífera.

Los museos que intencionalmente incluyen experiencias educativas interactivas son espacios dinámicos de aprendizaje, que acercan a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas de forma vivencial, lúdica y significativa.

Consciente de todo ello, Papalote Museo del Niño se suma a la importante tarea de acercar la educación STEM a niñas y niños, familias y docentes. Como parte de esta inquietud, en el segundo semestre de 2024 el Museo formó un grupo interdisciplinario de profesionales y especialistas para crear el proyecto “Estación Espacial Papalote”, una exposición temporal interactiva en donde sus visitantes experimentan las disciplinas STEM a partir de la narrativa de la nueva exploración espacial.

La temática del espacio es un escenario idóneo que combina el desarrollo del pensamiento crítico, la resolución de problemas y la aplicación práctica del conocimiento. Despierta muchas preguntas a quienes lo visitan e incluso nos lleva a plantear interrogantes profundas sobre nuestro rol como especie y la forma en que las personas interactuamos con el planeta que nos brinda la vida.

Para esta exposición se crearon una serie de dispositivos interactivos entre los que destacan la experiencia en donde el público diseña y arma su cohete para posteriormente probarlo con un compresor en forma de lanzadera. Quienes visitan la exposición también tienen la opción de construir, de manera cooperativa, rovers –vehículos exploradores– a gran escala para comprender, en primer lugar, su funcionamiento y, luego, poder manejar uno a través de un control remoto.

Durante el recorrido existen espacios que invitan a las personas participantes a realizar ajustes o cambios para optimizar sus diseños y volverlos a probar completando sus pequeños proyectos. Tal como sucede en la vida cotidiana, el error y la interacción se convierten en grandes compañeros de aprendizaje.

Uno de los aspectos esenciales que esta muestra busca impulsar es la interdisciplinariedad, ya que promueve la conexión entre distintas áreas del saber para abordar desafíos complejos. La carrera espacial requiere la participación de personas especializadas en múltiples áreas —programación de rovers, ciencia de datos, operación y nutrición espacial, bioquímica, matemáticas, desarrollo de inteligencia artificial. Además, es fundamental que todas y todos sean capaces de trabajar de manera colaborativa. Algunas personas lo hacen desde la Tierra y otras en una multiplicidad de misiones, cada una aporta los saberes de su especialidad de una manera comprometida y responsable para el beneficio general del planeta que habitamos.

La narrativa de esta propuesta museológica se enriqueció con el talento de la ingeniera Katya Echezarreta, quien se convirtió en la líder de la Misión Espacial Papalote, invitando a las y los jóvenes visitantes a formar parte de esta Misión resolviendo distintos retos. Durante el recorrido se resalta el papel de las mujeres en la carrera espacial, y puede conocerse a las pioneras y las líderes contemporáneas, haciendo visibles sus aportaciones fundamentales en ciencia, ingeniería, pilotaje y liderazgo. El conocimiento de sus trayectorias nos hace conscientes también de lo mucho que queda por saber sobre el espacio.

Al integrar en los museos experiencias interactivas y educativas que despierten la curiosidad de las personas que los visitan , es posible acercarlas a la tecnología e invitarlas  a usar el pensamiento crítico y la colaboración. Experiencias como la Misión Espacial Papalote no solo complementan la educación formal que se imparte en las escuelas, sino que también puede inspirar vocaciones tempranas en áreas clave para el desarrollo social y tecnológico. Fomentar el acceso a estas experiencias en la niñez es, sin duda, una inversión en el talento y la equidad del mañana. La forma en que emprendamos esta nueva etapa de exploración espacial, puede dar pie a nuevas y mejores formas de aproximarnos a los desafíos que enfrentamos en nuestro Planeta Hogar. Esta exposición temporal, acerca el espacio a niñas y niños, y busca que puedan darse cuenta de que STEM es divertido y accesible para todas y todos.

Redes sociales

Email: gras.marlene@gmail.com y marcia.larios@papalote.org.mx

LinkedIn: Marlene GrasMarcia Larios


[1] Gras, M. (coord) y C. Alí (2023). Educación STEM y su aplicación. Una estrategia inclusiva, sostenible y universal para preescolar y primaria. Movimiento STEM, Ciudad de México.

[2] Foro Económico Mundial. (2023). Informe sobre el futuro de los empleos 2023. Ginebra: Foro Económico Mundial.

[3] McKinsey Global Institute. (2012). El mundo en el trabajo: Empleos, salarios y habilidades para 3.500 millones de personas. McKinsey & Company.


*Marlene Gras y Marcia Larios

Marlene y Marcia son integrantes de MUxED.

Marlene estudió Educación y Desarrollo, maestrías en Educación Internacional (U. Estocolmo) y en Innovación Educativa para la Sostenibilidad. Especializada en Regeneración y en Restauración Ecológica y Biodiversidad; miembro fundador de GELYDA, fundadora de TierraED, es consultora y colabora en proyectos –con empresas, centros de investigación,colectivos, organizaciones internacionales y de la sociedad civil– impulsando comunidades y entornos de aprendizaje seguros, dinámicos e inclusivos que sirvan de tierra fértil para el desarrollo de personas involucradas, creativas, y felices, capaces de contribuir a un mundo más justo y en integración con la naturaleza.

Marcia colabora desde hace 15 años en Papalote Museo del Niño creando experiencias interactivas para las infancias. Ha trabajado en varios museos creando proyectos que tienden puentes entre las colecciones y los visitantes. Le apasiona fomentar el juego como una poderosa herramienta de aprendizaje. Ha participado en varios foros y encuentros nacionales e internacionales, escrito artículos y el libro Mi memoria es… El patrimonio cultural de México, publicado por el FONCA, dedicado a niñas y niños para que conozcan las riquezas nacionales – tangible e intangible– y contribuyan a su cuidado y conservación.



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