Mentoría sabia: El valor educativo de las personas adultas mayores
Alina Bassegoda Treviño*
A medida que la sociedad mexicana envejece, la sabiduría de las personas adultas mayores surge como un recurso crucial para la educación y la cohesión social. Este artículo presenta los hallazgos de la adaptación mexicana de la San Diego Wisdom Scale entre personas adultas mayores, y las implicaciones educativas de desarrollar y aprovechar la mentoría y la decisión serena de las personas adultas mayores.
La sabiduría es hija de la experiencia.
Leonardo Da Vinci
En una sociedad como la mexicana, que va acumulando talentos conforme envejece, entender la sabiduría se vuelve cada vez más importante. Tanto en las reuniones familiares como en los congresos académicos, las personas solemos pensar que “las personas viejas son sabias”, pero en realidad ese concepto no es fácil de definir. Ahora que se acerca el Día Mundial de la Sabiduría, el tercer jueves de noviembre, dedicaré estos párrafos a explorar lo que las personas mexicanas mayores entienden por sabiduría y las implicaciones de esta idea para la educación.
Una investigación reciente con personas adultas mayores mexicanas[i] adaptó para México la "San Diego Wisdom Scale" (SD WISE), una herramienta de 24 preguntas, diseñada originalmente en Estados Unidos[ii], para medir la sabiduría como un conjunto de actitudes y comportamientos: tolerancia, capacidad de toma de decisiones, control emocional, consejería social, altruismo e introspección.
Las personas adultas mayores mexicanas destacan cuatro componentes de la sabiduría: la capacidad de aconsejar a otras personas, la tolerancia con las diferencias, la regulación emocional y la capacidad de decidir, los cuales se agrupan, a su vez, en dos grandes factores: “mentoría comprensiva” y “decisión serena”. Para las personas mayores, no se puede aconsejar a otras personas sin tolerancia y aprecio por las diferencias, y controlar las emociones es una condición inseparable de la capacidad de tomar decisiones.
A diferencia de la versión estadounidense, en la que las actitudes prosociales y la autorreflexión aparecen como características vinculadas a la sabiduría, en México estas actitudes no se entienden como vinculadas al resto, y por lo tanto quedaron excluidas del modelo. En el México de hoy, la sabiduría madura tiene menos que ver con mirar hacia dentro o con el ideal de generosidad abstracta, y más con lograr la armonía social y resolver desafíos cotidianos de manera pragmática y estable.
Cabe subrayar que, aunque la vejez crea condiciones favorables para el desarrollo de la sabiduría, ésta no es consecuencia automática de aquélla[iii]. A medida que envejecemos como sociedad, tenemos la responsabilidad y la oportunidad de rescatar el valor de la mentoría tolerante y la toma de decisiones serena: Tenemos la posibilidad de generar sabiduría y también de aprovecharla.
Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para la educación. ¿Cómo educamos en México? ¿Promovemos en niños, niñas, adolescentes y personas adultas verdadera sabiduría, o simplemente les ofrecemos conocimientos y capacitaciones? Conforme las máquinas se vuelven crecientemente eficientes para acumular y procesar información, y para hacer tareas que creíamos exclusivamente humanas, ¿seguiremos concentrándonos en desarrollar en las futuras generaciones esos mismos conocimientos y habilidades, o podremos impulsar su sabiduría?
Si bien la sabiduría suele ser resultado de experiencias de vida[iv], la educación también puede impulsar el desarrollo de esas características[v]. Autores como Jeanine Parisi proponen que exponer a los niños y a las niñas a la sabiduría de las personas adultas incrementa las posibilidades de que ellas y ellos la manifiesten.
Decíamos que en México la sabiduría implica escuchar y acompañar con genuina curiosidad y comprensión—no solo enseñar. El concepto de mentoría comprensiva rehúye el individualismo: integrar tolerancia y acompañamiento social implica adoptar una visión relacional que resulta clave para el aprendizaje. Más aún, para las personas adultas mexicanas la sabiduría también significa asertividad y regulación emocional, elementos centrales para la construcción de interacciones sanas y pacíficas, que también se encuentran en el centro de la función educativa.
Las personas adultas mayores sabias son “conectores sociales”, personas capaces de promover la cohesión y el desarrollo de las personas además gracias a su comprensión de las demás personas, y la aceptación e incluso el aprecio de sus diferencias. En ese sentido, las personas adultas son valiosas en las comunidades de aprendizaje de nuestros días.
Diversas investigaciones muestran que los programas educativos, y las intervenciones con jóvenes en situación de riesgo, tienen mejores resultados cuando incluyen mentorías de personas adultas mayores; hay menor ausentismo, mejor desempeño escolar, habilidades sociales y actitud hacia la escuela, mayor optimismo respecto al futuro y una mejor disposición respecto a las personas adultas mayores en general[vi]. Los beneficios de la mentoría intergeneracional rebasan la relación entre la diada de mentoría joven-persona adulta mayor; este acompañamiento promueve un proceso que enriquece la vida de las personas de todas las edades en la comunidad[vii]. Las y los mentores mayores fomentan el diálogo intergeneracional y ayudan a crear comunidades educativas más abiertas y solidarias.
También la "decisión serena", la capacidad de tomar decisiones importantes desde la estabilidad emocional, es una habilidad relevante desde la perspectiva educativa y de capacitación. La gestión de conflictos, la resolución de problemas y el autocuidado emocional son necesidades cotidianas, y objetivos centrales de los contextos formativos.
Reconocer e incorporar a las personas adultas mayores como mentoría en programas educativos y comunitarios es una gran oportunidad de crecimiento para ellos y ellas y para quienes participan [1]. Más allá de enriquecer al estudiantado y al profesorado joven con su experiencia, en estos intercambios las personas adultas mayores pueden desarrollar para sí y modelar para los y las demás comprensión, tolerancia y toma de decisiones equilibrada. Impulsar su rol significa ofrecer a la nueva generación más que conocimientos: darles acceso a un ejemplo vivo para atravesar las dificultades con apertura, empatía y sentido social.
El vertiginoso avance de la tecnología hace cada vez menos relevante la transmisión de conocimientos y, al mismo tiempo, cada vez más necesaria la tolerancia, la curiosidad por las demás personas, el control de las emociones y la capacidad de tomar decisiones con sentido crítico. Afortunadamente, en paralelo al avance tecnológico, se desarrolla otro proceso que puede ayudar a enfrentarlo. Nuestras sociedades envejecientes ven crecer una cohorte de potenciales mentores que, si se mantienen abiertas, curiosas y comprensivas, y si aprovechan la regulación emocional y capacidad de toma de decisiones, pueden ayudar a estrechar el tejido social en una comunidad más sabia. Las personas adultas mayores, si llevan a cabo una mentoría basada en la comprensión y la serenidad , pueden transformar nuestras instituciones educativas y comunidades en espacios más inclusivos, resilientes y humanos. En esta era de envejecimiento social, inteligencia artificial y polarización, aprovechar este recurso es tanto una responsabilidad ética cuanto una oportunidad insustituible.
Redes sociales
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[i] Bassegoda, A. (2025). Old Age and Conflict Resolution Strategies in Mexico City [disertación doctoral en proceso]. Universidad Iberoamericana
[ii] Thomas, M. L., Bangen, K. J., Palmer, B. W., Sirkin Martin, A., Avanzino, J. A., Depp, C. A., Glorioso, D., Daly, R. E., & Jeste, D. V. (2019). A new scale for assessing wisdom based on common domains and a neurobiological model: The San Diego Wisdom Scale (SD-WISE). Journal of Psychiatric Research, 108, 40-47. https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2017.09.005
[iii] Ardelt, M., & Oh, H. (2016). Theories of Wisdom and Aging. Glück, J. (2024). Wisdom and aging. Current Opinion in Psychology, 55, 101742. https://doi.org/10.1016/j.copsyc.2023.101742
[iv] Ardelt, M., & Oh, H. (2016). Theories of Wisdom and Aging.
[v] Parisi, J. M., Rebok, G. W., Carlson, M. C., Fried, L. P., Seeman, T. E., Tan, E. J., Tanner, E. K., & Piferi, R. L. (2009). Can the Wisdom of Aging be Activated and Make a Difference Societally? Educational gerontology, 35(10), 867-879. https://doi.org/10.1080/03601270902782453
[vi] Mano, M. (2007). Role of Intergenerational Mentoring for Supporting Youth Development: An Examination of the «Across Ages» Program in the U.S. Educational Studies in Japan, 2(0), 83-94. https://doi.org/10.7571/esjkyoiku.2.83 Simionato, J., Vally, H., & Archibald, D. (2023). Circumstances that promote social connectedness in older adults participating in intergenerational programmes with adolescents: A realist review. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2022-069765
[vii] Mano, M. (2007). Role of Intergenerational Mentoring for Supporting Youth Development: An Examination of the «Across Ages» Program in the U.S. Educational Studies in Japan, 2(0), 83-94. https://doi.org/10.7571/esjkyoiku.2.83
*Alina Bassegoda Treviño
Es integrante de MuxED desde su fundación. Alina tiene más de veinte años de experiencia docente y directiva en proyectos educativos, capacitación y tecnología educativa. Es especialista en pedagogía, andragogía y gerontagogía. Actualmente es candidata a doctora en Investigación Psicológica por la Universidad Iberoamericana, con una investigación centrada en envejecimiento y estrategias de resolución de conflictos.