¿Te cuento un cuento?: las mujeres como protagonistas de la recuperación lingüística

Anuschka van ’t Hooft y Silvia Romero Contreras*

 

El cuento o relato es un recurso valioso para la conservación cultural, la revitalización lingüística y la cohesión social y las mujeres juegan un papel central en estos procesos. En la plataforma Witsi hemos recuperado cuentos de la tradición oral de comunidades indígenas mexicanas como recursos didácticos para apoyar estos procesos.


A todas las personas nos encantan los relatos en sus diversas formas. Disfrutamos escuchar una narración contada por la abuela, leer un cómic, o ver una película. Los relatos son imprescindibles en nuestras vidas; el vínculo emocional que establecemos con los personajes nos permite sentir, conectar, y aprender. Los relatos constituyen la base para comprender el mundo que nos rodea y para interactuar con los demás.

Cuando los relatos son culturalmente relevantes, es posible conectar con la historia local, transmitir pautas culturales y fomentar el desarrollo sociocultural. Las mujeres juegan un papel fundamental en la preservación de la cultura y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios. Una forma en la que lo hacen es mediante la narración de cuentos y otras historias.

Para las infancias de comunidades indígenas de México, el uso de relatos en la escuela puede resultar provechoso y contribuir a su aprendizaje y desarrollo. Sin embargo, la educación indígena se ve obstaculizada por la falta de materiales en estas lenguas. Además, se ha criticado que los materiales existentes reproducen los discursos hegemónicos nacionales en español. También se ha dicho que el modelo de Educación Intercultural Bilingüe no contribuye al aprendizaje de la lectura y la escritura.

La necesidad de promover la lectura y escritura en lenguas indígenas se basa en argumentos de índole psicológica, pedagógica, sociocultural y de derechos humanos. Desde la perspectiva local de las comunidades indígenas, esta labor forma parte de un proyecto más amplio de recuperación lingüística que debe entenderse en el contexto de las luchas por la equidad educativa, la autodeterminación indígena y el bienestar comunitario[1].

El poder de los relatos es tal, que su uso como material didáctico nos permite contribuir tanto al aprendizaje de la lectura y la escritura, así como a procesos de preservación y recuperación lingüístico cultural. En el proyecto Witsi recuperamos relatos para infancias y juventudes indígenas en sus lenguas maternas. El trabajo de recuperación lo realizaron integrantes de las mismas culturas, que escucharon a las personas que custodian la memoria de la cultura, especialmente a las mujeres. Con el fin de aprovechar al máximo su potencial, los relatos se presentan como materiales multimodales que incluyen texto, imágenes, audio, vídeo y elementos interactivos. Con este proyecto, nuestro objetivo es promover la lectura y la escritura en lenguas indígenas, así como fomentar la oralidad, con el fin de respetar las culturas y las formas locales de transmitir el conocimiento[2].

Si bien los cuentos documentados incluyen una gran variedad de personajes, situaciones y prácticas culturales, en este texto nos interesa destacar aquellos en los que las protagonistas o las narradoras son mujeres.

En el cuento “Dice mi abuela que debemos saludar” se presenta el valor del saludo y del respeto a los integrantes de la comunidad. Al socializar en otros grupos culturales este cuento –basado en la tradición oral tu'un savi, mixteca– se encuentran coincidencias respecto del mensaje y de la importancia de conocer las formas de saludar, variadas en cada comunidad, pero finalmente relevantes como indicadores de la organización y los valores de la sociedad[3].

Recuerdo que mi abuela me decía:

– ¡Háblale a la gente, porque tienes boca!

– ¡Así es como debes hablar! –, me decía mi abuela.

En la mañana: Buenos días tía, buenos días tío, o buenos días abuelos.

Al medio día: Buenas tía, buenas tío, o buenas abuelita, buenas abuelito

En los relatos, las mujeres son las guardianas de la historia. En “Así se vivía antes”, cuento de la tradición oral ralámuli, tarahumara, la madre le cuenta a su hijo/a[4]:

Cuando aún no era bendecida, ocurrían muchas cosas en esta tierra, pues el sol solía apagarse. Cuando la tierra no era fuerte, el monte estaba lleno de animales que mordían.

Los ralámuli de antes no tenían nada, tampoco tenían cobijas. Tenían que poner una gran lumbre en la orilla y dormir en medio de ella. Así dormían. Así es como me lo contó mi mamá. Antes eran muy pobres.

Promover la lectura y la escritura implica conocer los procesos heterogéneos de literacidad dentro de las comunidades, ya que constituyen el contexto local en el que las niñas y los niños aprenden a leer y escribir.

Por literacidad entendemos las prácticas sociales y formas de participar en discursos locales sobre la lectura y escritura en la sociedad. Estas prácticas y formas de participación suelen ser muy variadas, puesto que las infancias indígenas viven en situaciones diversas, con una mayor o menor presencia de la lengua indígena. Por otra parte, en sus comunidades puede haber puntos de vista divergentes sobre la lectura y escritura, su significado cultural y utilidad.

En el cuento, “Cuando aprendí la ‘a’ ”, también de la tradición oral tu'un savi, se evidencian las diferencias en las oportunidades de educación para las mujeres, y cómo éstas van cambiando, así como el sentido que se le otorga a la alfabetización[5].

Cuando era niña, escuché a mi abuelo y abuela decir:

– Las niñas no tienen por qué estudiar. Sólo se van con el hombre, pues no hay donde vayan a trabajar. Por eso, mejor enseñen a esas niñas a moler y a hacer bien sus tortillas. No tienen por qué ir a estudiar.

Así le decían antes a mis papás.

– Pero yo quiero estudiar mamá, porque está bonito el libro que estudia mi hermano. Quiero ir a donde él va –, le dije a mi mamá.

Mi mamá habló con mi papá y luego ellos platicaron con mi abuelo. Creo que él aceptó. Por eso mi papá fue a comprar mi cuaderno y bajamos al pueblo donde él me inscribió con la autoridad local.

Llegué a la casa y mi mamá me preguntó:

– ¿Qué aprendiste hoy hija?

Saqué mi cuaderno y le dije:

– Esto es lo que aprendí mamá, – le dije a mi mamá.

– ¿Y cómo dice esto que escribiste? – me preguntó mi mamá.

Le dije:

– Esto dice “a”, mamá.

– Bien hija, sí aprendiste. Así vas a seguir siempre para que cada año apruebes hasta terminar la escuela –, me dijo.

Y así es como entré a la escuela. Y así es como aprendí a escribir y leer.

 Al trabajar con el concepto de literacidad indígena, queremos ir más allá de la lectura y escritura como herramienta para que todas las personas puedan participar en la sociedad. Sin duda, esto es importante, pero al hacerlo reducimos la lectura y la escritura a meras habilidades funcionales. Buscamos, en cambio, generar oportunidades para el desarrollo de las literacidades indígenas desde las necesidades y perspectivas locales, en las que las mujeres desempeñan un papel fundamental, con el fin de enriquecer y potenciar estas lenguas en el contexto nacional.

Si queremos conseguirlo, debemos incidir en la manera en que las infancias aprenden a leer y a escribir a partir de los valores, las prácticas sociales y las formas de conocimiento locales. Una manera de hacerlo es a través de los procesos de aprendizaje indígenas, en los que la oralidad, la narración y la transmisión de tradiciones orales locales desempeñan un rol fundamental[6].

El uso del relato sobre el origen de la comunidad y sus prácticas permite crear actividades de aprendizaje que respetan el lugar que ocupa la oralidad en las comunidades indígenas. En particular, se trabaja con la historia local, su narración en forma oral, y la valoración comunitaria de este evento mediante la comunicación y la interacción social en contextos familiares y significativos. Al mismo tiempo, hablar del pasado nos permite abordar su importancia en el presente y discutir sobre temas relacionados que nos atañen en la actualidad.

De esta forma, las niñas y los niños no solamente aprenderán a leer y escribir en sus lenguas. También tendrán las habilidades, los conocimientos y la motivación para cultivar las literacidades en sus lenguas. Con ello, contribuirán a los procesos locales de recuperación lingüística.

Redes Sociales

Ambas autoras

Web: Witsi

Silvia Romero

Facebook: Silvia Romero

X: Silvia Romero

Referencias

Archibald, J. (2008). Indigenous storywork: Educating the heart, mind, body and spirit. UBC Press

Hare, J. (2011). “They tell a story and there’s meaning behind that story”: Indigenous knowledge and young indigenous children’s literacy learning. Journal of Early Childhood Literacy, 12(4), 389–414. https://doi.org/10.1177/1468798411417378

Menezes de Souza, L. M. T. (2003). Voices on paper: Multimodal texts and Indigenous literacy in Brazil. Social Semiotics,13(1), 29–42. https://doi.org/10.1080/1035033032000133508

Romero-Little, M. E. (2006). Honoring our own: Rethinking Indigenous languages and literacy. Anthropology & Education Quarterly, 37(4), 399–402. https://doi.org/10.1525/aeq.2006.37.4.399


[1] Archibald, 2008; Hare, 2011.

[2] Menezes de Souza, 2003.

[3] Fragmento https://witsi.net/stories/es/0023/

[4] Fragmento https://witsi.net/stories/es/0012/

[5] Fragmento https://witsi.net/stories/es/0021/

[6] Romero-Little, 2006.


*Anuschka van ’t Hooft y Silvia Romero Contreras

Anuschka, pluma invitada, es profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En sus proyectos colaborativos trabaja por la preservación de las lenguas indígenas como parte integral de la construcción de un futuro más sostenible, que depende de la conservación de la diversidad biológica, cultural y lingüística del mundo.

Silvia es integrante de MUxED, colabora como asesora de lengua y literacidad en el proyecto Witsi. Es profesora-investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En 2014, fundó la primera Licenciatura en Psicopedagogía con enfoque disciplinar en lengua, matemáticas y ciencias. Sus principales líneas de investigación son evaluación e intervención en psicopedagogía de la lengua, educación inclusiva, formación docente y educación comunitaria sustentable. 




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